La felicidad permanente no existe y quien te diga lo contrario, miente.
Vende mucho la felicidad y hacer creer que la felicidad es un continuo. Es el “anillo” en el Señor de los Anillos donde todos lo buscan hasta el punto de enloquecer o morir.
Puede ser cosa de la sociedad, la publicidad, el capitalismo (ponle el nombre que quieras) quién nos venden el tener que estar siempre felices ante cualquier situación o circunstancia. Hasta parece que cuanto más, mejor y eso es imposible de cumplir. La felicidad no es una pastilla que se compra en la farmacia, te la tomas y ¡arreando! Es mucho más que todo esto, y solamente te implica a ti. Además, ¡qué cansado debe ser ir siempre “con la sonrisa puesta” todo el día! Es imposible soportarlo sin la ayuda de una careta.
Puede que la búsqueda del ideal sea la felicidad en todas las áreas de tu vida pero no es la realidad. Para ello tienes que ser consciente para no sufrir, frustrarte o deprimirte, al contrario, debes ser sensata y realista.
¿Eres feliz en tu trabajo? Te hace feliz levantarte cada mañana para hacer lo que haces? Sé que estas preguntas te las has hecho y te las haces continuamente.Por eso déjame que te cuente algo sobre la felicidad para que tomes consciencia de que el poder de decidir y de hacer, lo tienes tú.
Por esta razón y para que entiendas mejor por qué digo lo que digo, explico los dos tipos de felicidad estudiados desde tiempos inmemorables:
- Eudaemonia. Significa vivir la vida de manera plena, actuando con sentido, con los valores de una misma.
- Hedonismo (filosofía practicada en la Antigua Grecia). Es la doctrina del placer y la evitación del dolor.
Y los dos estados de felicidad:
- Interna. Es la que se manifiesta por una sensación de paz y calma. Es un estado donde no piensas, si no que sientes.
- Externa. Está más ligada a la satisfacción de tus necesidades y al cumplimiento de tus deseos de tener bienes.
Probablemente habrás oído hablar de estos dos neurotransmisores: la dopamina y la serotonina. Pero ¿qué son y para qué sirven?:
- Dopamina. Es la encargada de enviar las señales a otras neuronas de nuestro cerebro y estas neuronas conectan entre sí. La dopamina es la causante de esas ganas tremendas que a veces tienes de hacer algo. Es ese subidón que sientes y que te motiva para hacer algo. Para mas inri, es la que interviene en los procesos de adicción.
- Serotonina. Es la responsable de regular nuestro estado de ánimo. Es la sustancia que te hace sentir bien y te permite percibir que aquello te gusta.
Resumiendo, ambas están presentes en momentos de felicidad. Por eso lo que sientes y vives son momentos de felicidad. Como por ejemplo:
- Cuando disfrutas de una puesta de sol en la playa o montaña
- Al haber aprobado el examen
- Al tomar la decisión de emprender, etc.
La felicidad es dinámica y en ella interactúa nuestra mente-cuerpo-entorno-cultura y para ello, cada una de nosotras tenemos nuestra propia receta para ser felices. Cierto es que para encontrarla hay que romper con creencias que te bloquean o limitan.
Mi pregunta es ¿cuándo te vas a permitir ser feliz?
- Cuando tenga dinero… Ojito con esto, aquí entramos en un tema escabroso. El dinero no lo es todo siempre y cuando tengamos lo suficiente para cubrir nuestras necesidades básicas. Por este motivo es importante la actitud que tienes hacia él (ser materialista o no), el uso que haces con él (experiencias, regalos, etc) y cómo o con quién te comparas.
- … asciendan en la empresa…
- … me valore mi jefe/a…
- … me case…
- … tenga hijos…
- … tenga una casa/coche…
Te suena, ¿verdad? ¿No crees que con estas creencias estas dando poder a algo o a alguien para poder ser tu feliz? ¿Quieres seguir siendo la actriz secundaria de tu propia vida? Estas creencias hacen que “disfrutes” más con lo que deseas que con lo que tienes. Vives pendiente de lo que no tienes y de lo que tienes. Por eso, una vez pasada la novedad llega el sentimiento de insatisfacción y vacío. ¡Elimina estas presiones! ¿Cómo?
- Déjate fluir por la vida. No puedes mantener algo permanentemente. Saborea el momento.
- Déjate sorprender y ábrete a la experiencia y a la vida.
- Sé flexible porque las cosas no tienen que ser como tu imaginas. Haz lo mejor de lo que te encuentres. No controles. ¡¿Difícil eh?!
- Sé curiosa. Explora. Necesitas variar, hacer cosas diferentes, para no adaptarte a lo mismo ni burrirte.
Recuerda que el impacto positivo que provoca en ti el conseguir los objetivos es corto. Por lo tanto debes tener diferentes por cada vez que tengas éxito.
La felicidad se encuentra en lo que haces con la decisión que tomas.
Dicho todo lo anterior, ahora quiero que escribas tu definición de felicidad. Tienes que tener en cuenta tus preferencias y que estas, sean alcanzables. La definición tiene que tener variedad, tienes que tener en cuenta:
- Aquello que te hace sentir bien, serena.
- Aquello con lo que conectas y hace que te olvides del tiempo.
- Ten en cuenta las relaciones con las personas que te hacen bien.
- Tiene que tener un sentido de vida para ti, un para qué.
- Por último, tiene que hacer referencia por lo que luchas y a dónde quieres llegar.
Entonces ¿queda claro que la felicidad permanente no existe?