SOBRE MÍ

¿Quién soy?

¡Hola! Soy Ivette Castro, psicóloga ejecutiva. Me dedico a acompañar a líderes, directivos y empresarios a convertir desafíos en oportunidades reales de crecimiento. Mi misión es ayudarte a sacar tu máximo desarrollo personal en los momentos de mayor complejidad potenciando dos
recursos clave: la perseverancia y la adaptabilidad.

No siempre tuve tan claro mi rumbo, así que te invito a conocer cómo llegué hasta aquí.

Estudié psicología y, desde el inicio, me apasionaron las áreas más complejas: la psicopatología de adultos y la neuropsicología. Tanto, que me planteé trabajar con personas con trastornos de personalidad e, incluso, en prisiones. Sí, ¡un poco cañera desde el principio! Otra opción que consideré fue tener mi propia consulta, con bata blanca y todo. Sin embargo, había algo que sí sabía con certeza: jamás trabajaría en Recursos Humanos. Tenía esa falsa creencia de que «quien no sirve
para la clínica, se va a seleccionar personal».

¿Y qué pasó?

 Trabajé ocho años en el departamento de selección de personal. Sí, aunque no lo busqué, fue una experiencia que, hoy, agradezco profundamente. Me enseñó a escuchar y entender lo que realmente quieren y necesitan los líderes. Esas habilidades fueron la base para lo que hago hoy. Y, como todo gran viaje, hubo un punto de inexión.

En 2014, toqué fondo. Me vi atrapada en una crisis existencial que me llevó a hacer algo radical: me fui a Edimburgo. Una ciudad fría y que me recibió con los brazos abiertos. Fue allí donde me reencontré a mí misma, tomé las riendas de mi vida y me di permiso para decidir qué quería hacer.

Al regresar a España, el mundo seguía igual, aunque yo no. Volví a lo que había dejado atrás: la selección de personal. Aún así, sabía que no era lo mío, así que me formé en Business Coaching para intentar ayudar desde dentro. Adivina qué… tampoco era por ahí. Necesité tres trabajos más para finalmente dar con lo que realmente quería y necesitaba: acompañar a las personas directivas y empresarias en su crecimiento.

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Mis dos caras: traje y chándal

Soy la profesional que puedes encontrar perfectamente vestida para una reunión importante o evento, segura y lista para cerrar un acuerdo. Aunque también soy esa persona que disfruta quitando malas hierbas con una pala y un rastrillo y con las manos llenas de tierra cuidando de su jardín.

¿Qué me aporta esta dualidad? Fuerza, perseverancia y la capacidad de adaptarme a cualquier situación.

He hecho rafting y lo he disfrutado como una niña porque el desafío y la aventura son parte de mi esencia. He pasado 28 horas en la naturaleza aprendiendo a hacer fuego, nudos y durmiendo bajo un tarp que monté yo misma. Estas experiencias me han enseñado algo clave para los directivos y empresarios: la resiliencia. Igual que hay días de traje, hay días en los que hay que ponerse el chándal y trabajar, ensuciarse las manos y tomar decisiones valientes.

Mi vida ha sido una mezcla de contrastes: he corrido una Survival Race, me he bañado en agua helada en Berga, y también he tenido que parar por completo por estrés, hasta tal punto de no poder moverme por un dolor intenso y punzante de cervicales que me recorría todo el cuerpo. Y es justo en ese punto, entre la adrenalina y la pausa, donde he encontrado el equilibrio que me dene como profesional y como persona.

¿Qué puedes esperar de trabajar conmigo?

Si hay algo que defina mi forma de trabajar es la acción y la perseverancia.

Aprendí que a veces hay que salir de la ocina, arremangarse las mangas y afrontar el mundo con coraje. Y también hay momentos en los que la estrategia es vital y debes saber cuándo parar y reflexionar.

En mi método, encontrarás todo eso: la pasión por avanzar, el respeto por los tiempos y la fuerza para superar cualquier obstáculo.

Como empresaria, sé que los momentos difíciles no se resuelven sólo desde el despacho. A veces hay que salir al terreno, afrontar los miedos (como mi vértigo en la montaña de Puigsacalm) y tomar decisiones rápidas y valientes. ¿La recompensa? Crecimiento personal y profesional. 

Trabajar conmigo es como cabalgar junto a un caballo: soy perseverante, fuerte, y dinámica y también intuitiva, noble y libre. Vas a experimentar un proceso tan dinámico como mi vida: cañero, directo, a veces con barro en las manos aunque siempre con una dirección clara.

Si te gusta la acción, la aventura y un enfoque sin rodeos, estamos hechos para trabajar juntos. 

¿Te atreves a desafiar tus límites?

Este es el momento de dejar atrás lo que no te está funcionando y avanzar con fuerza hacia tus objetivos